martes, 28 de diciembre de 2010

Crónicas de mi camino. Episodio I :Muerte


Estoy Solo.El mundo está muerto. los árboles están secos. Nada muestra señales de vida. Tan sólo un pequeño pájaro, agonizante, permanece en el suelo al lado de una piedra.
Una figura siniestra aparece en el camino. Lleva una larga túnica negra con una capucha que le cubre el rostro. En su esquelética mano porta una gran guadaña oxidada, con el mango de madera podrido y apolillado.
El horrible ser se acerca hacia mi. Me doy la vuelta para salir corriendo pero cuando lo hago, descubro que detrás de mi sólo hay una gran pared gris, en ves de continuar el camino. El ser llega hasta mi. Su aliento huele a Muerte. Él es la Muerte. La Parca, La Ruina, La Negra.
La Muerte me señala. Aparezco en una oscura sala, iluminada tan sólo por un montón de velas que descansan en sus candelabros, en una mesa de Roble podrido. La muerte señala una vela más pequeña. En mi mente una voz grave y horrible me dice que esa vela es mi vida. Al parecer me queda poca vida. "No soy tan viejo", consigo decir. Pienso que ha sido una Respuesta estúpida.
El ser me dice que algo me impedirá vivir todo el tiempo que me correspondería, y que actualmente sólo tengo unas semanas de vida. Me horrorizo. Grito. Doy golpes a la mesa.
Tranquilamente, La muerte Vuelve a introducirse en mi cabeza. La voz retumba.
"A menos que..."
¿A menos que...?¿A menos que Qué? no logro entender lo que me dice. Hasta que continua su frase.
"A menos que llegues a la fuente de la Eterna Juventud y bebas el agua que emana de ella. Sólo de esa manera podrás alargar tu vida y vencer al adversario."
"¿Pero quién es el adversario?"Me pregunto.
"Eso deberás descubrirlo a lo largo del camino." Recuerda, te queda poco tiempo, te estoy dando tu última oportunidad de vivir..."
Todo se desvanece a mi alrededor. Vuelvo a estar en el camino de antes. Detrás de mí el muro. El pájaro ha muerto. Veo a la Sombra de la muerte acercarse otra vez hacia mí. Bien. Tenía varias dudas sobre mi misión.
Para mi sorpresa ( y gran horror), La Parca me atraviesa indoloramente, aunque ocasionándome un trauma difícil de superar. La Muerte atraviesa el muro también y desaparece. Le grito que espere. Intento escalar el muro, pero debe medir unos 4 metros de alto. No había posibilidad de encontrarme con la Muerte, por lo menos de momento.
Decido empezar a caminar. Intento ir con paso decidido, pero me tiemblan las piernas.
Me despido de todo lo que conozco y me lanzo a la aventura...

"A la muerte se le toma de frente con valor y después se le invita a una copa."
-Edgar Allan Poe

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